Podemos pensar que escribir un último mensaje de texto o revisar las actualizaciones en Instagram, justo antes de cerrar los ojos para dormir, son actividades inocentes que en nada perjudican la calidad de nuestro sueño. Lo cierto es que las investigaciones han encontrado que el uso de móviles, tabletas, computadoras u otros dispositivos en la cama, hace que le robemos tiempo al sueño y eso puede interferir con nuestra capacidad de aprendizaje, memoria y con la salud física y mental. Los expertos sugieren que los adolescentes y los adultos jóvenes son los más vulnerables.
Un estudio japonés llevado a cabo con más de 18,000 adolescentes y del que hace eco la revista Journal of Pedriatric Psychology, concluyó que los jóvenes que utilizaban el móvil en la cama, eran más propensos a tener una salud mental pobre e ideas suicidas. Aún faltan investigaciones que determinen la naturaleza de esa relación. Es posible que sean los problemas mentales los que lleven a las personas a permanecer despiertas hasta tarde usando el móvil y no al revés. Lo que sí ha podido comprobarse es que la estimulación cerebral que es resultado del uso de dispositivos, afecta la calidad del sueño y ello puede tener serias consecuencias sobre la salud.
Los niños y jóvenes necesitan más horas de sueño que los adultos mayores y sin embargo son los que menos están durmiendo al hacer uso de la nuevas tecnologías. Una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño (Estados Unidos), encontró que el 95% de los estadounidenses utiliza algún tipo de tecnología en la hora previa a acostarse. Los adolescentes y adultos jóvenes son más propensos a navegar en la web, jugar vídeojuegos y usar su celular antes de dormir:
- Cerca del 70% de los encuestados de entre 13 y 29 años dormían con el móvil cerca.
- Entre el 10% y el 20% aseguraron que un mensaje, llamada u otra notificación, los despertaba en la madrugada varios días a la semana.
Es durante la juventud cuando se establecen los hábitos de sueño que nos acompañaran durante toda la vida, por ello es importante que sea justo en estos años cuando la persona se esfuerce más por alcanzar costumbres saludables. Desconectar de todo tipo de tecnología por lo menos media hora antes de dormir, puede ayudar a mejorar el descanso. Lo ideal es apagar el móvil y sacar de la habitación todos los dispositivos que puedan suponer una distracción.