En los últimos años, el pan ha ganado una mala fama ya que suele asociársele con el sobrepeso y la obesidad. Existen infinidad de dietas para bajar de peso que limitan o eliminan por completo su consumo. Esto no es muy recomendable ya que el pan proporciona muchos nutrientes necesarios para el organismo.
Un estudio realizado en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, publicado en la revista Nutrition Reviews, en el que se analizaron artículos científicos de los últimos 30 años, encontró que la relación entre consumo de pan y obesidad es no es significativa.
Los productos con los que acompañamos el pan pueden ser los responsables de esa mala fama. Cuando le untamos por ejemplo mantequilla o crema de avellana y cacao, aumenta drásticamente el contenido calórico. El pan en cantidades moderadas y preferentemente el hecho con harinas integrales o granos enteros, aporta:
- Hidratos de carbono que proporcionan energía
- Fibra que ayuda al funcionamiento del intestino
- Selenio que cumple funciones antioxidantes
- Vitamina B, indispensable para el correcto funcionamiento del metabolismo
- Hierro, transporta el oxígeno en la sangre
- Zinc, necesario para que funcione correctamente el sistema inmunológico
Así que ya lo sabes, puedes seguir consumiendo pan sin miedo a engordar (con medida como todo). De preferencia elige los que no estén elaborados con harinas refinadas. Por cierto, ¿sabes hacer pan? Te dejo un video con una receta.