Aunque los cuerpos de hombres y mujeres tienen muchas similitudes pero también muchas diferencias. Además de los genitales, que en uno y otro sexo tienen formas complementarias para cumplir su papel en la reproducción, hay otras diferencias físicas que también están relacionadas con el instinto reproductivo:

Pecho:

La mujer es el único primate que tiene volumen en los pechos aún cuando no está alimentando bebés. Diferentes teorías coinciden en que esto podría ser parte de la evolución para atraer a los hombres al demostrar que son capaces de alimentar a sus descendientes. El desarrollo de los pechos femeninos coincide también con el momento en que una mujer comienza a ser fértil, lo que la ubica en un periodo reproductivo. Los hombres no tienen la capacidad de amamantar, por ello sus pechos no se desarrollan (aunque hay excepciones) pero tienen pezones porque esos se forman en el feto antes de la diferenciación sexual.

Vello corporal:

A partir de la pubertad, los hombres desarrollan mayor cantidad de vello en el cuerpo que las mujeres ya que producen mayor cantidad de hormonas andrógenas que son las encargadas de estimular el crecimiento del pelo. Los evolucionistas coinciden en que sucede algo similar que con los pechos ya que las mujeres identifican esto como un signo de madurez sexual. Además, indica que el varón produce mayor cantidad de testosterona, hormona relacionada con la fertilidad. Algunas teorías también indican que la barba provoca que la quijada se vea más grande, lo que puede interpretarse como fuerza.

Tipo de cara:

Las hormonas sexuales son las encargadas de las características faciales. Entre más testosterona produce un hombre, los rasgos de su rostro son más pronunciados y angulosos. Un estudio del Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana encontró que durante la ovulación, las mujeres tienden a sentirse más atraídas por los rostros masculinizados ya que son un indicio de una buena calidad genética masculina. Curiosamente, se cree que durante otros momentos del ciclo menstrual, las mujeres pueden sentir mayor atracción a rostros feminizados ya que esto podría ser una señal de mayor fidelidad.

Manzana de Adán (cartílago tiroides):

Hombres y mujeres tenemos la llamada manzana de Adán en la garganta aunque en ellos es mucho más pronunciada. Es a partir de la pubertad cuando comienza a crecer este cartílago en los hombres, quienes tienen las cajas de voz más grandes, razón por la que hablan en tonos más bajos. Una vez más es la testosterona la encargada de esta diferenciación y como las mujeres buscan inconscientemente indicativos de salud y fuerza para reproducirse, tienden a sentir más atracción por los hombres con voces más graves.

Ojo, en todo hay excepciones y las anteriores no son reglas. Hay los que basan sus gustos en otras características, esto es simplemente lo que señalan las teorías de la evolución.