Cada día se demuestra que la siesta, esa costumbre de descansar unos minutos después de comer, trae muchos beneficios a los que la practican. El escritor Camilo José Cela la describió como el yoga ibérico pero curiosamente, aún cuando es una actividad típicamente española, los estudios recientes estiman que en el país solo el 9% de la población la pone en práctica mientras en naciones como Japón, Alemania o Estados Unidos, cada día gana más adeptos.

Diferentes investigaciones han encontrado que es buena para:

  • Liberar tensiones
  • Mejorar la digestión
  • Reforzar el estado de alerta
  • Disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares
  • Aumentar la capacidad de concentración
  • Incrementar el rendimiento y la productividad

Estos últimos puntos han llamado la atención de muchos empresarios, que se han dado a la tarea de habilitar zonas con sofás y hamacas para que sus empleados puedan descansar un rato. Hay también los que han visto en ello un negocio desarrollando nap lounges, espacios acondicionados para el descanso en los que se rentan pequeñas cabinas o sillones confortables para entregarse unos minutos a la relajación.

Los especialistas no logran ponerse de acuerdo en la duración ideal; mientras la NASA recomienda 26 minutos, la Academia Americana del Sueño señala que deben prolongarse entre 15 y 20 minutos. En lo que la mayoría concuerda es en que no sobrepase los 40. Algunos tips para sacarle el mejor provecho a tu siesta:

  • Evita tomarla después de las 6 de la tarde para que no interfiera con tu sueño nocturno
  • Elige un lugar cómodo (un buen sofá es una gran opción) y recuéstate; es mucho más recomendable que sea acostado y no sentado
  • Cierra las cortinas y persianas para buscar que la oscuridad incremente (te ayudará a conciliar el sueño más rápido y descansar mejor)
  • Activa el modo silencio en tu teléfono móvil (aunque no lo creas, el mundo no se caerá si duermes 20 minutos)

¿Eres de los que echan la siesta o de los que no?