Lo que pensamos determina lo que sentimos y lo que hacemosSegún interpretemos una situación así nos sentiremos y así actuaremos. Si esto no fuera así, todos sentiríamos y haríamos lo mismo ante una misma situación.

Cuando nos sentimos mal suele ser cuando aparecen ciertos tipos de pensamientos.

Albert Ellis, psicólogo creador de la Terapia Racional Emotiva (TRE),  clasificó estos pensamientos irracionales y los redujo a tres Ideas Irracionales Básicas que se refieren a nosotros mismos, a los demásy a la vida en general. Se trata de pensamientos exigentes y absolutistas del tipo:

  • «Tengo que», «debería de»
  • «Todo», «siempre», «nada», «nunca», «no soporto»
  • «Esto es horroroso», «terrible», «fatal», «es catastrófico»

¿Alguna vez has pensado?;

  • » Tengo que ser amado y aceptado por los demás»
  • » Para ser valioso tengo que ser competente en todo»
  • » Es horrible que las cosas no sean como yo quiero»
  • «Hay personas malas que deben ser castigadas por ello»
  • «No se puede hacer nada para evitar los problemas o desgracias»
  • «Siempre necesitamos a alguien a nuestro lado»
  • «El pasado siempre nos afectará»
  • «Debemos preocuparnos por los problemas de los demás»

Pues, ¡Cambia el chip! y tu estado emocional mejorará:

  • Preocúpate más de lo que tu quieres y haces que de lo que piensan los demás, de dar amor más que de recibirlo.
  • Disfruta de hacer las cosas y preocúpate menos por el resultado.
  • Piensa que no somos perfectos y los errores y fracasos también son útiles (y los de los demás también).
  • Los problemas son desafíos no catástrofes.
  • Enfrentarse a los miedos es la solución para vencerlos.
  • Cómo te hablas a ti mismo es decisivo para que tengas o no preocupaciones.
  • Apóyate en ti mismo, toma decisiones por ti mismo y acepta la ayuda de los demás cuando sea necesario.
  • Tu pasado es importante pero no tiene por qué determinar tu vida, eso está en tus manos.
  • Si los demás no se dejan ayudar no te enfades por no conseguirlo,

Recuerda, la próxima vez que pienses: » ¡ No puedo vivir sin él/ella, mi vida se acabó, nadie nunca me va a querer!», ¡¡Stop!!, vuelve a leer el párrafo anterior.