Los humanos somos los únicos animales en los que existe una relación entre el sexo y el sueño. Generalmente son los hombres los que sienten muchas ganas de dormir profundamente después de una sesión de sexo. En una encuesta realizada a más de 10 mil adultos en Europa, el 80% de ellos afirmó sentirse capaz de conciliar el sueño después del sexo frente a solo el 46% de ellas.
Muchas mujeres sufren y tienen problemas de inseguridad y se quedan con un vacío de afecto si su pareja se duerme después del sexo. De hecho, un estudio de la Universidad de Michigan concluyó que las personas cuyas parejas se dormían inmediatamente después de un encuentro sexual, tenían más deseos de abrazar y conversar que las parejas que permanecieron despiertas.
Pero ¿por qué se da este fenómeno? Investigadores franceses pueden haber encontrado un consuelo para las mujeres demostrando que no es falta de interés o desidia de sus parejas. Los hombres se quedan dormidos por razones biológicas.
Para realizar la investigación, escanearon el cerebro de algunos hombres antes y durante el orgasmo y encontraron que la corteza cerebral, área encargada del pensamiento, se «desconecta» después del sexo. Hallaron también que otras dos áreas: la corteza cingulada y la amígdala, envían un mensaje al resto del cerebro: desactivar el deseo sexual.
Además de lo anterior, durante el orgasmo se secretan oxitocina y serotonina, dos hormonas que tienen la capacidad de inducir el sueño. La prolactina es otra sustancia que se libera durante el acto sexual, esta hormona está relacionada con la sensación de satisfacción sexual, por lo que los hombres se sienten perfectamente listos para hundirse en el sueño.
Ahora ya lo sabes, si tu chico no te abraza no es porque no quiere, es que el cuerpo le pide dormir.