Hay hijos de padres alcohólicos que creen que el alcoholismo es hereditario y por tanto, es inevitable que ellos también sean alcohólicos. Hasta la fecha no se ha demostrado que exista un gen específico de la adicción y, si lo hubiera, éste sólo definiría una tendencia más que una sentencia. En definitiva, que lo podemos prevenir. Si sabes que tienes tendencia a engordar, puedes desarrollar un estilo de vida más sano. Un claro ejemplo es el de los entrenadores físicos. En su historia de vida te cuentan que tomaron a ese miembro de su familia que padecía de obesidad como referencia para no querer ser como él y estar siempre en forma. Lo que es cierto es que en una familia, cuando hay un padre o una madre con una adicción, las reacciones tienden a polarizarse y los hijos tienden a comportarse de dos maneras: o copian el patrón de conducta del progenitor y se vuelven adictos o se revelan completamente y manifiestan un profundo rechazo hacia el alcohol o la droga a la que es adicto el progenitor.

En el caso de tener padres con trastornos mentales, dependiendo del padecimiento concreto, el componente genético puede tener más fuerza. Por ejemplo, si tienes antecedentes de esquizofrenia o un trastorno bipolar, tu tendencia a padecerlo es mayor, por lo que debes de evitar las drogas o situaciones altamente estresantes que pueden hacer detonar más fácilmente la aparición de esta enfermedad que está latente.

En la depresión hay casos en los que puede haber un componente hereditario ya que una de las causas de la depresión puede ser un desequilibrio de los químicos en el cerebro, como la serotonina o norepinefrina. Pero parece que tiene más peso el modelo de pensamientos y atribuciones que tomamos de los padres. De ellos, adoptamos de manera mecánica las creencias y la forma de ver la vida interiorizándolas como nuestras. Si nuestro padres tienen una visión optimista de la vida, se apasionan por las cosas, les gusta practicar deporte, son positivos y  no son excesivamente estrictos, los hijos copiaran esa manera de ver la vida. Es como si filtraran lo positivo de la vida. Al igual que hay familias que tienen desarrollado el gusto por lo amargo y no por el resto de los sabores y en la mayoría de las situaciones van a buscar la parte amarga o desagradable, otras van a buscar la parte dulce y su tendencia a padecer depresión va a ser menor.

Es un fragmento de mi libro Detox Emocional.