Para muchos es la relación ideal. Sexo sin el compromiso y las responsabilidades de un noviazgo o un matrimonio. Dos personas que se caen bien y se atraen, comparten su cama pero no su vida.
Si te atrae la idea de tener un amigo con derechos, debes saber que aunque el rollo sea abierto y libre, no deja de ser una relación. Como cualquier otra relación humana, necesita de un código para funcionar. Este es el ABC de los amigos con derechos:
Acordad las reglas del juego. Sí, la idea es que sea algo espontáneo y divertido pero que ambos estéis en el mismo canal. Esto es especialmente importante si ya erais amigos antes y no queréis que la relación se arruine (SPOILER ALERT: lo más probable es que se arruine de todos modos). Se trata solo de tener esa charla de café en la que digáis qué vale y qué no. Después, si no queréis hablar más del tema, tan amigos como siempre.
Blinda tu corazón y tu cuerpo. Ya quedó claro que no sois exclusivos así que si no quieres saber si su círculo íntimo no lo es tanto, no preguntes. Presta atención a tus sentimientos y si notas que cambian, háblalo. Además, no te olvides del condón. Tu salud es tu responsabilidad y si no te cuidas, nadie lo hará por ti.
Cuándo tener una relación de este tipo y cuándo es mejor abstenerse:
- Sí:
- Has superado por completo el duelo de tu última relación
- Tu autoestima es sólida
- Aceptas la naturaleza de la relación tal cual es y no esperas algo más
- No:
- Estás enamorado de esa persona
- Quieres «vengarte» de tu ex
- Quieres llenar un vacío emocional