Las fiestas de fin de año del trabajo son eventos que no generan consenso. Existen los que las aman y esperan ansiosos ese día en que la convivencia diaria se vuelve especial; y los que las alucinan y se les revuelve el estómago al pensar en el jefe borracho que se pone cariñoso (y mano larga).

Seas del bando que seas y es más, aunque esas reuniones te den igual, tendrás que estar presente y salir airoso. Aunque el evento es un día al año, lo que pasa en él se recuerda los otros 364. Para no ser el que da la nota, apégate a estos «Mandamientos para sobrevivir (con Dignidad) a las fiestas de fin de año Godínez»:

1-. No beberás de más

El alcohol puede ser tu peor enemigo esa noche y créelo, solo por ese día puedes convertirte en el «borracho de la oficina». El mejor tip para conservarte sobrio: ten siempre un vaso en la mano para que no te den y den más licor. Este punto es el más importante porque si lo cumples te será más fácil seguir los otros.

2-. No rebasarás las fronteras profesionales

Coqueteos a compañeros o superiores y bromas de mal gusto quedan fuera. Sí, tal vez tu jefe ese día se comporta amistosamente, pero sigue siendo tu jefe y hasta en ese momento está analizando tu comportamiento. Sé amable pero no encimoso y simpático pero no el que desayunó payaso.

3-. No tocarás temas sensibles

Se trata de pasar un rato ameno charlando sobre temas ligeros y en armonía. Las discusiones y la polémica solo enturbian el ambiente. Ya sabes la ley: de política y religión ni hablar. Otros tópicos prohibidos: pedir aumentos, proponer proyectos y por supuesto netear (confesarte) con tu jefe.

4-. No serás el rey de la pista

Tengas gracia de elefante o hayas nacido para menear las caderas, no es el lugar para lucir tus dotes de John Travolta. Claro, ¡baila! pero no te excedas, recuerda que los que están alrededor de la pista no son una audiencia que pagó boleto por verte, son tus compañeros de trabajo y jefes. Movimientos sencillos y discretos, del perreo y otros bailes cachondos ni hablemos.

5-. No te quedarás a barrer   

No seas de los últimos en irse. Si sabes que al despedirte no te dejarán marchar, busca un momento en que la fiesta esté a todo y huye. Casi siempre los que se quedan al final ya están borrachos y aunque tú no, será el mensaje que mandes. No quieres que tu jefe piense que esa es la razón por la que a veces llegas tarde.