Hay quien dice que el amor entra por los ojos pero también quien afirma que esa vía es el paladar. Lo cierto es que comer un plato delicioso puede ser una experiencia tan placentera que no nos falten ganas de agarrar al chef a besos. Qué mejor si esa persona es tu pareja. Y mejor aún, si tú contribuiste a prepararlo.

Cocinar en pareja es una actividad que puede ayudar a fortalecer la relación. No importa si eres chef profesional o piensas que preparar alimentos es solo un medio para un fin, si te animas a acercarte a la estufa con tu chic@, verás que los resultados viajan de la mesa a la cama. Aquí tienes algunos de los beneficios de preparar la cena juntos:

Tiempo compartido.

La cita puede empezar desde la compra. Elegir juntos los ingredientes, alistarlos y cocinarlos, les garantizará varias horas de divertida convivencia. ¿Un tip? Acompañen la experiencia con vino tinto y música romántica.

Trabajo en equipo.

Están cooperando el uno con el otro para un objetivo común: conseguir una cena deliciosa. Ya sea que se dividan las tareas de todos los platos o cada quien sea responsable de uno, la actividad les servirá para ver qué tan bien pueden resolver un problema juntos.

Aprender del otro.

Cada quien mostrará sus propias habilidades en la cocina y quizá aprendas una nueva forma de saltear o encuentres que la margarina, que fue su idea ponerle, añade un sabor maravilloso al plato. Tal vez descubras que compartes tu vida con un Ferrán Adriá en potencia.

Cuando llegue el momento de degustar lo preparado, podrán sentirse muy orgullosos de lo que lograron. Iluminen la mesa con velas y disfruten hasta el último bocado.

Y tú, ¿has cocinado en pareja?