Está claro que no todos somos top models, ni tenemos una personalidad arrolladora innata, ser del montón se llama así porque ¡somos un montón!. Pero ¿ser corriente te quita de la circulación a la hora de poseer atractivo?. La respuesta es NO.
El atractivo se puede aprender y entrenar. No es una cuestión que se pueda reducir a la apariencia física de una persona. Si trabajas ciertos aspectos de tu personalidad puedes superar el atractivo que otros recibieron al nacer.
¿Qué hacer para mejorar tu atractivo?
Cultiva la confianza en ti mismo
Entrenar esta actitud hace que no temas dar el primer paso y vayas directamente a tu objetivo. Ten claro que si fallas, aprendes; cuanto más lo intentes, más experto serás. Si no crees en ti mismo, los demás lo captan, ¡mal marketing!
Sé espontáneo
Refleja autenticidad y naturalidad, quien se esfuerza en impresionar ya está perdiendo puntos. Se nota.
Sé sociable
Entrena tus habilidades sociales, sal a la calle y practica a la mínima oportunidad; tu sentido del humor, sacar temas de conversación, saber escuchar, ser atento con los demás…al cabo del tiempo se vuelve algo natural en tu comportamiento.
No te presiones, diviértete
Llegarás más lejos divirtiéndote que preocupándote. Saber disfrutar y reír atrae a los demás y el trato a los demás en general.
Cuídate
Si no te cuidas a ti mismo reflejas infinidad de cosas y ninguna es atractiva, por ejemplo, dejadez, falta de voluntad o baja autoestima.
Estudia tu lenguaje no verbal
Es un arma de seducción muy potente y puedes entrenarlo y dirigirlo en concreto a la seducción; miradas, roces, saludos, sonrisa, postura o tono de voz.
Fuera rutina
No seas muermo y ocupa tu tiempo con todo aquello que te guste o interese, leer, practicar un deporte o un hobby. Esto te vuelve interesante y resulta enriquecedor para quien se relacione contigo.
Y tú, ¿crees que el atractivo es para quien se lo trabaja?