Existe una cierta relación entre la ciencia y las historias de ficción. Así como a historia de la Bella Durmiente ha servido para nombrar algunos padecimientos y la película El Show de Truman ha sido referente para llamar a un síndrome, Pinocho, la marioneta que cobra vida en el cuento italiano, también ha dado su contribución a la ciencia bautizando el Efecto Pinocho.
¿Recuerdas que cuando el muñeco de madera decía una mentira le crecía la nariz? Pues bien, algo similar sucede con los seres humanos. Si bien el efecto no es igual, diversas investigaciones han encontrado que al decir algo que no es cierto, los vasos sanguíneos de la nariz se llenan de sangre provocando que esta se hinche. Este aumento no puede verse a simple vista pero provoca efectos que sí son evidentes ya que la persona que lo experimenta, siente comezón en la punta de la nariz y comienza a rascarse. Los psiquiatras Alan Hirsch y Charles Wolf utilizaron el vídeo del testimonio de Bill Clinton sobre su relación con Monica Lewinsky para sostener esta teoría.

A lo largo del tiempo se han realizado diversos estudios para identificar la mentira en movimientos, posturas o tics. Durante años se creyó que cuando una persona levanta la vista hacia la derecha es probable que esté mintiendo (no así si el movimiento es hacia la izquierda). Un equipo de investigadores de las Universidades de Edimburgo y Hertfordshire encontró que esa teoría es incorrecta. A través de diversas pruebas, en las que se analizó la honestidad y el movimiento de los ojos llegaron a la conclusión que no hay correlación entre mentir y la dirección de los ojos. Uno de los exámenes consistió en mirar vídeos de personas que suplicaban ayuda para encontrar a un familiar desaparecido. La mitad de ellos era sincero pero la otra mitad estaba inmiscuida en el crimen. No pudieron encontrar movimientos oculares concluyentes.
Hay personas que han aprendido a hacer de la mentira un arte y controlan sus reacciones al momento de decir falsedades. Los que no son tan expertos en mentir pueden delatarse por:

  • Postura: Generalmente una persona que miente evita el contacto frontal y cruza piernas y brazos
  • Expresiones faciales: Una expresión natural no permanece en la cara más de 10 segundos así que cuando dura más tiempo, tal vez es porque sea falsa
  • Gesticular: Un mentiroso se comporta más estático y limita el movimiento de las manos al hablar (o lo exagera mucho)
  • Vacilaciones: Muchas veces van inventado la historia sobre la marcha lo que provoca que hagan pausas, usen muletillas o se traben al hablar