La primavera ya está aquí. Es momento de guardar los abrigos y sacar la ropa fresca porque regresan el buen clima y tenemos más horas de luz solar. Los árboles florecen y las vacaciones están cada vez más cerca. Suficientes motivos para alegrarse, ¿verdad? Sin embargo, hay personas a las que les sucede lo opuesto y el cambio de estación no les sienta nada bien.
Fatiga generalizada, somnolencia durante el día, falta de motivación, irritabilidad, dificultad para concentrarse, pérdida del apetito y disminución del deseo sexual, son algunos de los síntomas que muchos manifiestan con la llegada de la primavera. A este cuadro se le conoce como astenia primaveral y aunque no es reconocido médicamente como un padecimiento, sí es motivo de muchas consultas. ¿Por qué?
Después de los meses de invierno, algunos organismos pueden tardar más días en adaptarse a las condiciones de luz, humedad, temperatura y presión atmosférica que caracterizan a la primavera. Esta alteración del ritmo biológico que también conlleva un desequilibrio en la producción de ciertas hormonas, puede reflejarse en agotamiento físico y decaimiento. Además, la entrada en vigor del horario de verano, que se traduce en una hora menos de sueño, también puede ocasionar fatiga.
La astenia primaveral es un trastorno adaptativo transitorio, que suele desaparecer en un lapso no mayor a dos semanas, sin mayor tratamiento. De persistir, es probable que se encuentre asociada a algún problema de salud como una alergia o una depresión no diagnosticada por lo que lo más recomendable es visitar a un especialista. Si quieres que el paso de invierno a primavera no te afecte tanto, presta atención a estos tips:
- Incluye en tu dieta alimentos como el arroz integral, tomate, almendras y huevos ya que ayudan a estimular la producción de serotonina (neurotransmisor que regula el estado de ánimo).
- Haz ejercicio al aire libre ya que el deporte promueve la liberación de endorfinas (las llamadas moléculas de la felicidad) y la exposición al sol aumenta los niveles de vitamina D.
- Mantén un horario de sueño regular, acostándote y levantándote todos los días a la misma hora. Incluidos los fines de semana.
Y a ti, ¿te afecta la llegada de la primavera?