Con el ritmo acelerado de nuestra sociedad, nos parece completamente normal estar conectados a internet todo el día. Respondiendo correos o mensajes de Whatsapp, actualizando nuestro estado en Facebook o viendo qué publican nuestros amigos, tomándole una foto al postre que nos vamos a comer para subirlo a Instagram o revisando las novedades del mundo en Twitter, pasamos el día pegados a un aparato que si bien es una herramienta maravillosa que nos simplifica la vida, también nos esclaviza. Le hemos permitido tal entrada que ya no somos dueños del móvil, él nos domina.
En los últimos tiempos se ha popularizado el término nomofobia, para referirse al temor irracional a no cargar el celular. Hay personas que regresan a casa si olvidaron el móvil ya no pueden pasar siquiera una hora sin revisarlo. El asunto es tan real que experimentan síntomas de ansiedad como inquietud, agresividad o dificultad para concentrarse, si no tienen el dispositivo en el bolso.
Muchos usuarios intensivos de teléfonos móviles ven cómo su salud resulta afectada por el abuso. Dolores de cuello por una postura inadecuada, tendinitis de muñeca por forzar las articulaciones o sueño no reparador por dormir junto al móvil, son algunas de las consecuencias de una vida hiperconectada.
Pensando en ellos, varias clínicas y complejos turísticos, se han dado a la tarea de crear paquetes de desintoxicación digital. De restaurantes en los que el móvil se entrega en la recepción, a hoteles en los que está prohibido el uso de tecnologías de comunicación, pasando por centros que, de forma similar a un internamiento para tratar la adicción a las drogas, ofrecen retiros de hasta 45 días en los que los usuarios tienen sesiones y actividades terapéuticas con el fin de desconectar para reconectar consigo mismos.
Si te atrae la idea de hacer una desintoxicación digital pero no crees que tu caso sea tan grave como para apuntarte a un programa de rehabilitación, te dejamos una guía sencilla:
Elige bien la fecha.
No querrás hacer un ayuno digital en una semana cargada de trabajo. Prefiere un fin de semana o el periodo de vacaciones para desconectar y así no te causará tanto estrés la idea de unos días offline.
Cuéntale a todo el mundo.
Si la ansiedad por no estar conectado se apodera de ti, de nada servirá el periodo de desintoxicación, por ello lo ideal es crear una cuenta de correo alterna, exclusivamente para ese tiempo y avisarle a todo el mundo ya sea a través de redes sociales o en persona, que en caso de emergencia, ahí te pueden localizar.
Lee un libro.
¿Hace cuánto tiempo que no lees más de 140 caracteres? visita una librería y elige un ejemplar de un tema que te apasione.
Desactiva las notificaciones de redes sociales.
Si la naturaleza de tu trabajo te impide alejarte por completo del móvil, tomar medidas como apagar las alertas de Facebook o Twitter puede ayudarte a no distraerte tanto con el teléfono.
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