Hoy es un día muy importante ya que se casa tu mejor amiga y eres una de las damas. Volviste a casa del salón en donde te maquillaron y peinaron y estás a punto de ponerte el vestido cuando tu uña se engancha y sientes el tirón. Sabes lo que ha pasado pero aún así te das la vuelta para a ver tu mano con cierta esperanza. Sin embargo, no hay remedio. Ahora tienes que correr a la farmacia para comprar un paquete de uñas postizas y colocar una sobre la que se te ha roto…
¿Te suena familiar la escena? Tal vez en circunstancias distintas pero es probable que hayas experimentado en carne propia lo doloroso y frustrante que es una uña rota. Quizá incluso te pase con frecuencia y a pesar de haber intentado con remedios caseros como agregar ajo a tu esmalte o sumergir tus manos en aceite de oliva, no hayas conseguido fortalecerlas. Puede ser que nada te haya funcionado porque te estás concentrando en la solución antes de encontrar la causa. Revisemos entonces algunos de los motivos por los que las uñas se vuelven quebradizas:
Déficit de algunos nutrientes
Si te falta hierro, calcio, cinc o alguna vitamina del complejo B, tus uñas pueden sufrir las consecuencias.
Enfermedades
Los padecimientos de la tiroides, el hígado y los riñones así como la psoriasis, pueden debilitarlas.
Productos químicos y/o agua.
El contacto prolongado con el agua y productos de limpieza abrasivos o detergentes, provoca que las uñas se vuelvan débiles y se astillen con facilidad.
Genética.
Si tu madre y abuela han padecido de uñas frágiles, es probable que también tú lo sufras.
Paso del tiempo.
La fragilidad de las uñas forma parte del proceso normal de envejecimiento ya que con los años decrece la producción de queratina, proteína a la que deben su resistencia y dureza.
Las uñas quebradizas son un motivo muy común de consulta con el dermatólogo. Este se encarga de intentar encontrar la causa para sugerir el tratamiento indicado que a veces se limita a ciertas medidas como:
- Mantener las uñas limpias y bien cortadas
- Limar el borde con regularidad
- Evitar mantenerlas debajo del agua durante mucho tiempo.
- Utilizar guantes de látex o goma para lavar los platos y al usar detergentes, limpiadores y otros productos químicos
- Evitar las uñas postizas
- Llevar una alimentación equilibrada
- No usar quitaesmalte más de una vez a la semana y preferir los que son libres de acetona
- No usar las uñas como herramientas para abrir latas, desprender etiquetas, etc.