El vino y la cerveza son dos de las bebidas alcohólicas más populares en el mundo. De uva y de cebada, respectivamente, no son pocos los estudios que han demostrado que, con moderación, ambas bebidas resultan benéficas para la salud. Los taninos del vino, por ejemplo, ayudan a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas mientras que el silicio, presente en la cerveza, ayuda a mejorar la densidad ósea y prevenir la osteoporosis.
Según un estudio danés publicado en British Medical Journal, las personas que prefieren el vino a la cerveza, suelen llevar una dieta más saludable. Para llegar a dicha conclusión, los autores de la investigación analizaron los hábitos de compra en dos supermercados daneses durante 6 meses.
Los resultados indicaron que las personas que compraban vino, adquirían también verduras, frutas, productos bajos en grasa y pollo, mientras que aquellos que se inclinaban por la cerveza, compraban además alimentos precocinados, papas fritas y mantequilla.
Y, por sí solos, ¿cuál engorda más? Si bien es cierto que no todos las cervezas ni los vinos contienen la misma cantidad de calorías, en promedio podemos decir que una botella de vino contiene 750 calorías y un pack de 6 cervezas, 900.
Y tú, ¿cuál prefieres?