Las relaciones adictivas son un problema común en algunas parejas y muchas ni siquiera son conscientes de ello. Algunos especialistas llaman «adictivas» a este tipo de relaciones. No permaneces con el otro porque lo amas, sino porque lo necesitas de alguna manera. La necesidad es tan grande que te domina y, con ello, te quita la libertad de ser quien eres.

Si de los siguientes puntos cumples con un mínimo de tres, puede que vivas en una relación adictiva:

  • Pierdes tu individualidad, solo estás centrado en tu pareja.
  • Te gusta ejercer el control sobre tu pareja.
  • Necesitas ser el centro de atención de tu pareja, de lo contrario sientes que no te ama lo suficiente.
  • Vives en constante estado de ansiedad al pensar en tu pareja.
  • Buscas provocar reacciones en tu pareja constantemente.

Existen distintos tipos de relaciones basadas en la dependencia; te las esbozo a continuación.

Relaciones de codependencia recíproca

Sucede cuando ambos miembros de la pareja se necesitan de una manera enfermiza. Aunque ya no hay amor, permanecen para cubrir carencias emocionales; por tanto, puede convertirse en una relación nociva. De hecho, tienden a ser relaciones conflictivas, producto de la frustración de ambos, ya que no son felices con la compañía pero tampoco sin ella. Así, estas uniones suelen prolongarse por años, deteriorándose cada día más.

En muchos casos, los conflictos constantes incremental la adrenalina que, a su vez, aumenta la excitación sexual. Así se forman ciclos que inician con una pelea y terminan con el contacto sexual, asociando, inconscientemente, uno y otro elemento, agudizándose así la gravedad de la relación enfermiza.

Relaciones de dependencia unilaterales

Cuando es solo uno de los miembros el que tiene una relación de dependencia del otro, la relación no es sana. En la pareja debe haber un equilibrio sano entre ambos: niveles de enamoramiento, admiración y compromiso parecidos. Actitudes como la reciprocidad también necesitan ser equivalentes. Cuando hay un desbalance y un miembro de la pareja ama mucho más al otro o cuando hay un exceso de idealización, se pone en riesgo la permanencia de la pareja porque el dependiente ejerce tal presión sobre la relación que aleja a quien ama.

Si crees que estás viviendo una relación como las descritas, busca orientación con un psicólogo quien podrá establecer hasta qué punto tú o tu pareja padece un problema psicológico, una carencia emocional o simplemente hacerte notar que las formas de comunicación o convivencia no son las adecuadas.