Hay personas a las que les gusta que su pareja les mire cuando hacen el amor y hay también los que prefieren que no abra los ojos. De hecho, hay quien quiere que además de tener los párpados cerrados, esté inmerso en un profundo sueño. Sí, a algunos les prende a gente dormida.

La somnofilia es una parafilia en la que la excitación y el orgasmo se consiguen a través de acariciar y tener contacto sexual con una persona que duerme. Los somnofílicos tienden a fantasear con personas dormidas y muestran poca resistencia al contacto físico si duerme junto a ellos alguien que los atrae. Si se tiene el consentimiento del otro, esta parafilia es bastante inocente.

A comienzos de los setenta, los psicólogos Victor Calef y Edward Weinshel describieron la somnofilia como el Síndrome de la Bella Durmiente o Síndrome de la Princesa Dormida, por una analogía con el beso que da el príncipe a la princesa mientras duerme en el famoso cuento.

Cuando una persona dormida se involucra en algún tipo de actividad sexual, hablamos de un trastorno del sueño conocido como sexsomnio. Incluido dentro de las parasomnias, es un desorden en el que las personas se masturban o incitan a otros a la actividad sexual a pesar de estar dormidos. El desnudismo espontáneo y el uso de palabras con alto contenido sexual también son algunas de sus manifestaciones.

Recuerda que las parafilias pueden considerarse negativas solo si producen un daño a terceros, a uno mismo o tienen un carácter desmesurado o compulsivo.