Existen más de 400 fobias sexuales que afectan a casi el 2% de la población adulta. La mayoría de las veces surgen después de una experiencia traumática relacionada con el sexo, pero pueden deberse también a:
- Poca o nula educación sexual
- Baja autoestima
- Ideas religiosas ortodoxas
- Expectativas sobre el sexo muy altas y alejadas de la realidad
Las personas con fobias sexuales pueden buscar la forma de evitar enfrentarse a una situación en la que su miedo se vea expuesto. Muchas veces lo logran a la perfección y pueden engañar a sus parejas por años alcanzando así una vida más o menos normal, sin embargo, muchas veces su calidad de vida se ve afectada.
Algunas de las fobias sexuales más comunes son:
- Erotofobia, miedo a todo lo relacionado con el sexo: las personas que la padecen, no soportan siquiera tener conversaciones sobre temas sexuales. Algunos incluso pueden llegar a desmayarse viendo una película pornográfica. La adopción de ideas negativas sobre el sexo durante la niñez está detrás de muchos de los casos.
- Dishabiliofobia, miedo a desnudarse frente a otro: generalmente los que lo padecen tienen problemas con aceptar su propio cuerpo, sobrepeso o alguna deformación física.
- Afenfosfobia, miedo a ser tocado: el contacto físico les provoca angustia, no se sienten cómodos abrazando a alguien y protegen de forma exagerada su espacio. En la mayoría de las veces, fueron niños que no recibieron muestras físicas de afecto por parte de sus padres o que vivieron algún tipo de abuso.