Uno de los principales factores de riesgo del cáncer de pene es la mala higiene íntima. También puede ser el motivo por el que tu chica se niega a hacer eso que tanto te gusta o la razón por la que te pica ahí abajo todo el tiempo. Es muy probablemente la parte de tu cuerpo que más valoras así que préstale la atención debida a su higiene. Agua y jabón neutro, toalla limpia y ropa interior de algodón, son tus aliados.
La primera clave es lavar la zona genital todos los días con agua y jabón. Es importante hacerlo con delicadeza ya que la piel del pene es más delgada que la del resto del cuerpo y puede irritarse con mayor facilidad. No te olvides de limpiar la base del pene, los testículos y el área del ano. Aprovecha también para, una vez al mes, realizarte una autoexploración testicular.
Si no estás circuncidado, presta especial atención a la zona del glande. Retrae el prepucio y enjuaga con abundante agua para eliminar el esmegma, esa secreción blancuzca que contiene células, muertas, grasa y bacterias. Si dejas que se acumule, puede empezar a oler y detonar infecciones como la balanitis. Si, sí estás circuncidado también debes lavar diariamente ya que a falta del prepucio, la punta del pene está más expuesto al contacto con bacterias.
Una vez que salgas de la ducha, debes asegurarte que el área genital esté completamente seca antes de empezar a vestirte. Los especialistas aconsejan utilizar una toalla diferente a la del resto del cuerpo y lavarla al menos una vez a la semana. No es recomendable usar talcos, cremas o lociones en los genitales y menos aún si contienen alcohol. Prefiere los calzones sueltos a los apretados y revisa que sean de algodón. Esto reducirá la transpiración y por consecuencia el mal olor y el riesgo de infección.
Recortar el vello con regularidad también contribuye a mejorar la higiene ya que el exceso de pelo facilita la acumulación de bacterias y sudor. No es necesario eliminarlo todo, basta con recurrir a las tijeras cada vez que llegue a un tamaño que te moleste. Si optas por rasurarlo, cuida que la navaja esté limpia y afilada para evitar irritación o enrojecimiento. Cuando te dé pereza hacerlo recuerda que el pelo esconde el pene y lo hace ver más pequeño.
Si te duchaste muy temprano y tu actividad física durante el día fue intensa o tuviste mucho calor y vas a tener sexo, es recomendable que te duches antes, te sentirás más fresco y es un gesto de cortesía con tu pareja. También es importante que enjuagues tus genitales después del sexo, especialmente si tu chica tiene el periodo. Pero eso sí, no te excedas. El contacto excesivo con jabón puede ocasionar resequedad que a su vez desemboque en irritación, grietas o enrojecimiento. Con una vez al día es suficiente.