El secreto para lucir unas piernas delgadas y largas tiene nombre: el rolfing. Se trata de una técnica de masajes y manipulaciones profundas para liberar tensión del que llaman el “órgano secreto” y que no es otra cosa que la fascia. ¿No entiendes mucho? No te preocupes, ahora te quedará más claro…

La fascia es un sistema de tejido conectivo que recubre y conecta todas las estructuras del cuerpo además de transportar los desechos. Está compuesta por elastina, colágeno, fibrina, células y agua. Las malas posturas, el paso del tiempo y la acumulación de tensión pueden afectar a su elasticidad o plasticidad y esta rigidez puede ocasionar dolor.

A mediados del siglo pasado, la doctora neoyorquina Ida Rolf desarrolló el método de integración estructural que con el paso del tiempo sería conocido como rolfing. Este es a grandes rasgos una terapia holística que busca devolver al cuerpo su alineación, a través de una manipulación profunda del sistema conectivo. El tratamiento generalmente se divide en diez sesiones que se dedican a diferentes partes del cuerpo y que pueden ayudar con dolores crónicos y problemas lumbares así como a mejorar la postura al corregir la colocación de los hombros y la verticalidad del cuerpo.

Además del rolfing y otras técnicas de masaje que se han desarrollado con la fascia en mente, las personas pueden obtener beneficios utilizando un foam roller. Este, un rodillo de espuma similar a los que se usan en las clases de natación, permite utilizar el propio peso para aplicar presión sobre las áreas adoloridas.