Seguramente alguna vez has escuchado (o repetido) frases como:

«Hoy no voy a cenar para compensar el pastel que me comí.»

«En la mañana siempre estoy con prisas y nunca me da tiempo de desayunar.»

«Yo ahorita no voy a comer, no tengo hambre. Mejor me espero y ya ceno bien.»

Todos o casi todos nos hemos saltado una comida porque queremos perder peso, no nos da tiempo o no sentimos hambre pero, ¿es bueno hacerlo?

La respuesta es no. Saltarse comidas no solo no ayuda a adelgazar, además puede ser peligroso para la salud. El organismo secreta pequeñas dosis de insulina cada vez que comemos. Si dejamos pasar muchas horas sin consumir alimento, lo normal es que la siguiente vez que nos sentemos a la mesa, comamos en abundancia. Eso significa que la liberación de insulina es mucho mayor, lo que conduce al aumento de peso.

Cuando pasamos mucho tiempo sin comer, nuestro organismo recurre a las reservas de azúcares que tiene en el hígado, los riñones y los músculos. Esto conduce a una hipoglucemia (disminución excesiva del nivel de azúcar en sangre), que puede manifestarse a través de cansancio, debilidad extrema, dolores de cabeza o desmayos y que puede desembocar en diabetes.

Lo recomendable es evitar saltarte comidas y por el contrario, realizar 5 al día repartidas en desayuno-almuerzo-comida-merienda-cena. Con ello, además de mantener el metabolismo funcionando, lo que ayuda a quemar más calorías, se optimiza la circulación de la glucosa.