Los genitales masculinos, al igual que los femeninos, son zonas altamente erógenas. La diferencia ente un placer indescriptible y un dolor insoportable puede ser simplemente la presión que se ejerza. El glande de los genitales masculinos es la piel más sensible que tienen los hombres, es sumamente fina y durante el proceso de erección se hace todavía más sensible (como los cuerpos cavernosos se llena de sangre, las terminaciones están aún más expuestas). Sin embargo, no sólo el glande es sensible, también lo son el pene y los testículos. La zona que va de la base de los testículos al ano (el perineo) es altamente sensible, una simple presión con la yema de los dedos puede provocar mucho placer, incluso estimular de manera indirecta la próstata.
Nuestra piel puede reaccionar de manera muy distinta a cualquier tipo de estimulación. No es lo mismo el contacto con una piel seca que con una piel húmeda, con una uña, con la lengua o con el dedo. Cuanto más sensible sea la piel hay que tratarla con mayor delicadeza. Algunas pieles reaccionan ma ante el contacto con otra piel seca, la sensación que les puede producir en una zona altamente erógena es de dolor o de cosquillas. Lubricar bien la piel con aceite esencial para esto, o simplemente mojarla, puede hacer más positiva esta sensación.
El punto P
También es conocido como masaje prostático pero mucha gente todavía lo llama sexo anal porque la entrada para acceder a la próstata es el ano. La próstata es una glándula que sólo tienen los hombres, es del tamaño de una castaña, está debajo de la vejiga y delante del recto y su función es fabricar el líquido seminal. La próstata es muy sensible y aunque un dedo no lo puede tocar directamente, si se introduce el dedo en el recto se puede presionar de manera indirecta, produciendo una sensación muy placentera.
Existen varios mitos acerca de la estimulación prostática. El primero se relaciona con que tienes que introducir un objeto extraño en el cuerpo de tu pareja para practicarlo y disfrutarlo. La realidad es que basta con el dedo, éste incluso permite masajear mejor la próstata ya que puedes ejercer mayor o menor presión de acuerdo con lo que quiera la pareja y es una práctica bastante segura.
Todavía hay muchos hombres que no han probado esta sensación ya que piensan erróneamente que está práctica puede volvernos homosexuales. Esto es completamente falso. Nadie tiene que dictarte lo que debes hacer o no con tu pareja, pero el no querer probarlo debido a una falsa creencia puede hacerte renunciar a una forma de compartir un gran placer con ella.
¿Alguna vez has probado algo así con tu pareja? ¿Os habéis planteado ir más allá de lo que hacéis «todos los días»? Algunos jueguitos o probar cosas nuevas como la estimulación del Punto P puede ayudar… ¿Qué te parece ver disfrutar en pareja de «El Juego de las Llaves» en PantaYa y prueban a hacer cosas nuevas? ¡¡Anímense!