El sexo es un juego, es disfrutarte tú y a tu pareja y como tal juego podemos utilizar juguetes. Estos pueden ayudarte a descubrir tus rincones de placer o los de tu pareja. !Ojo! Nunca debes de olvidar que son juguetes y que depende de tu imaginación y tu autoconocimiento disfrutarlos o no. A los humanos nos encanta jugar y el terreno sexual no iba a ser una excepción, nos gustan los juegos sexuales y los juguetes sexuales. De hecho es uno de los recursos más utilizados para mejorar nuestra vida sexual y también se utilizan de forma terapéutica, como en el caso de las secuelas por quimioterapia.
Lo que tienes que tener en cuenta sobre los juguetes sexuales:
- Hay tantos juguetes como gustos, tómate el tiempo en elegir el tuyo.
- Cuantas más texturas mejor.
- Los juguetes sexuales tienen que estar siempre limpios, hay que lavarlos con jabón antes y después de utilizarlos o corres el riesgo de contagiarte una ETS.
- Si te estimulas la zona vaginal debes lavarlo si quieres estimular otras zonas.
- Los lubricantes aplicados a los dildos pueden aumentar la intensidad de las sensaciones.
- Tapar los ojos ayuda a focalizarse mejor en las sensaciones.
- Nada de filetes y cuidado donde pones muchos de los alimentos.
- Muchos dildos tienen distintos niveles de intensidad y rapidez, asegúrate que eliges la intensidad y rapidez que más placer te dé.
Seguro que muchas personas a tu alrededor ni se han imaginado usar estos juguetes en pareja, sino que lo ven como un divertimento «solitario», ya sabes, echarse una manita, que a veces es muy beneficioso. Pero ¡ATENTO!, que cuando una pareja se estanca esta puede ser una de las mejores opciones, junto a los juegos de rol, por ejemplo. O se me ocurre otro ejemplo rápido… ¿Qué tal si prueban «El juego de las llaves»? Si sabes de qué te hablo, ya eres todo un experto, sino… ¡Muy atento! El próximo 16 de agosto se estrena en PantaYa y estoy segura que si estás leyendo esto… ¡La serie va a encantarte!
Pero, ¿limpiamos correctamente nuestros juguetes?, ¿conocemos la importancia de hacerlo?, ¿de verdad sabemos utilizarlos? Si los utilizamos y los dejamos olvidados hasta la siguiente sesión, ¡MAL!: No los estamos utilizando correctamente. Nos saltamos el requisito más importante y pueden dejar de ser fuente de placer para convertirse en el origen de nuestra peor pesadilla: infecciones o contagio de ITS. Aquí te dejo varios Tips a tener en cuenta para NO JUGAR con fuego…
¿Los compartes?
Compartir el juguete con tu pareja es más seguro si te proteges con un condón antes de usarlo nuevamente, tanto si vas a usarlo vía vaginal como si vas a usarlo vía anal, no olvides que en el ano hay bacterias que pueden causarte infecciones vaginales.
Recuerda: Compartir sí, pero con protección para evitar infecciones.
¿Utilizas lubricantes?
Sí, los lubricantes mejoran la fricción de tu juguete sexual y si necesitas utilizarlos con condón no es incompatible, pero utiliza los que están hechos a base de agua pues no rompen el condón y además, hacen más fácil su limpieza porque es una sustancia más fácil de retirar que en el caso de los realizados a base de aceite.
Recuerda: A base de agua, más seguro y más higiénico.
¿Sabes cómo es su higiene correcta?
No lo utilices sin lavar aunque sea nuevo a estrenar. Antes de usarlo por primera vez, lávalo con agua y jabón neutro o un jabón especial para la zona íntima femenina.
Siempre debes lavarlos antes y después de utilizarlos. Y siempre debes secarlos al aire libre, pues con una toalla o papel pueden quedar restos o pelusas en la superficie. Si después de la maniobra de limpieza no pones cuidado en el lugar donde los guardas puede que el esfuerzo no sirva de mucho. Utiliza su funda y guárdalos en un cajón o armario.
El material de tu juguete también es importante. Los juguetes de plástico, vidrio y acrílico puedes lavarlos rápida y normalmente pero los juguetes de goma, látex u otros materiales tienen poros por lo que su limpieza debe ser más cuidadosa y profunda.
Si llevan baterías, debes retirarlas antes de limpiarlos. Puede que tengas que evitar mojarlos directamente, entonces, utiliza un trapo o una toalla húmeda para limpiarlos.
Recuerda las tres normas esenciales a seguir:
- Limpiar antes y después.
- Dejar secar al aire.
- Guardar en su funda.