Cuidar lo que comemos, intentar que los alimentos sean naturales y no excedernos con la comida son medidas normales si nos interesa nuestra salud. Sin embargo, cuando la alimentación sana se convierte en una obsesión que modifica muchos aspectos de la propia vida, estamos frente a un trastorno de la alimentación conocido como ortorexia.
Las personas que padecen ortorexia, prefieren no comer y pasar hambre, a ingerir alimentos que lleven aditivos, grasas, conservadores, pesticidas y otros productos de origen no orgánico. Las mujeres y los adolescentes son más propensos. Generalmente comienzan suprimiendo alimentos como carne, huevos, lácteos, azúcares pero conforme la obsesión crece, se llega a conductas patológicas como dedicar horas a la planificación del menú, seguir patrones estrictos a la hora de preparar los alimentos lo que incluye utensilios de cocina específicos e incluso aislarse socialmente ya que dejan de acudir a comidas o cenas si no tienen un control absoluto sobre el menú. Algunas celebridades se han obsesionado con su alimentación.
La ortorexia puede llevar a severas carencias de vitaminas y minerales, lo que ocasiona:
- Déficit en la masa corporal
- Problemas cardiovasculares
- Osteoporosis
- Hipotensión
- Baja de las defensas (aumenta el riesgo de sufrir infecciones)
- Pérdida excesiva de peso
El equilibrio emocional también se ve afectado por este padecimiento. Las personas con ortorexia no reconocen que presentan una conducta anormal. Sienten que son superiores al resto por llevar una alimentación más sana. Además, la obsesión provoca que sus niveles de ansiedad crezcan.
Si no se controla a tiempo, la pérdida de peso y las carencias nutricionales pueden provocar la muerte. Si tú o alguien que conoces presenta síntomas de ortorexia, es importante acudir con un especialista.