Los ataques cerebrales o derrames ocurren cuando se altera el flujo de sangre hacia el cerebro. Cuando se presentan, un área del cerebro comienza a morir porque deja de recibir el oxígeno y nutrientes necesarios para funcionar. Aunque son un padecimiento cerebral pueden afectar a todo el cuerpo y sus efectos pueden incluir parálisis y problemas de raciocinio, visión, habla y coordinación motora.
Los derrames cerebrales ocupan el tercer lugar entre las principales causas de muerte en Estados Unidos, país en el que cada año se reportan más de 600,000 casos. Existen muchos tratamientos que pueden reducir la intensidad del daño, pero es necesario identificar los síntomas con prontitud y acudir rápidamente al hospital. Las personas que reciben atención durante los primeros 60 minutos tienen un pronóstico mucho mejor. El plazo máximo para que se inicie el tratamiento es de 3 horas.
Las personas que están sufriendo un ataque cerebral pueden no darse cuenta de lo que está pasando, dando la apariencia de estar confundidos o distraídos. Las personas que están a su alrededor deben conocer los síntomas para actuar con rapidez. Los signos son bastante claros y se presentan de forma súbita:
- Dificultad para ver con uno o ambos ojos
- Dificultar para caminar
- Mareos
- Pérdida del equilibrio o de la coordinación
- Dolor de cabeza severo sin causa aparente
- Adormecimiento o debilidad en rostro, brazo o pierna (generalmente de un solo lado del cuerpo)
Recuerda que la pronta atención es indispensable para la recuperación. Si sospechas que tú o alguien a tu alrededor está sufriendo un derrame cerebral, busca ayuda de inmediato.