Seré buen amante o me falta…
No te obsesiones con cuánto tienes que durar, cuántas veces debes de llegar al orgasmo, cuánto te tiene que medir.
No dejes que nadie determine cómo debes de disfrutar tu sexualidad.
La gran mayoría de los mensajes que incitan a durar más y aumentar el “rendimiento”, saben que está apelando a ideales no saludables que no al placer de tu pareja.
¿Hay una raza que lo tenga más grande?
En proporción con el tamaño del cuerpo no hay grandes diferencias.
¿Cuantos orgasmos hay que darle a la mujer?
No es cuestión de cuantos orgasmos, sino de la calidad de ellos, hay mujeres que la intensidad de uno solo les deja con tan buen sabor que no quieren más.
Constantemente nos dicen lo que nos falta y no lo que tenemos con el objetivo de atacarnos ahí donde somos más vulnerables nuestras inseguridades.
Los hombres piensan que lo que ven en las pelis porno es lo que les gusta a las mujeres y en muchos casos es justo lo que más detestamos. Es el miedo a no tener una erección lo que está creando ansiedad anticipatoria al fracaso, consecuentemente aumentando la probabilidad de disfunción eréctil.
En definitiva es una cuestión de calidad y no de cantidad, no te dejes.