Que las embarazadas deben tener cuidado con lo que consumen y dejan de consumir es algo muy conocido y tratado en campañas de salud. Por ejemplo, bajo peso en el recién nacido y parto prematuro, son algunos de los riesgos que se incrementan si la madre fuma así también, la posibilidad de contraer una infección crece si se ingieren alimentos crudos. Algunos medicamentos y las drogas (ilegales y legales como el alcohol), también tienen un impacto significativo en el bebé que puedenacer adicto a estas sustancias.
Un estudio publicado en Journal of American Medical Association, ha arrojado un dato alarmante: cada hora nace en Estados Unidos un bebé adicto a los medicamentos. En el último año, 3 de cada mil niños nacieron con esta condición. Los analgésicos y calmantes consumidos por mujeres embarazadas, han triplicado en los últimos años este padecimiento conocido como síndrome de abstinencia neonatal.
Las sustancias consumidas por la madre, llegan al torrente sanguíneodel niño a través de la placenta y al nacer, el bebé es dependiente de dichas sustancias. Al no recibirlas ya, presenta síntomas de abstinenciaque pueden empezar en sus primeros diez días de vida. Algunos de ellos son:
- Diarrea
- Llanto excesivo e irritabilidad
- Fiebre
- Reflejos hiperactivos
- Convulsiones
- Problemas para dormir
- Temblores
- Vómitos
- Sudoración excesiva
Los síntomas dependen del tipo de droga consumida, la forma en que el cuerpo de la mujer descompone la sustancia, la cantidad ingerida durante el embarazo y el momento de nacimiento del niño. Las complicaciones pueden incluir defectos congénitos, perímetro cefálico pequeño y muerte subita. En ocasiones es necesario suministrar medicamentos al niño para aliviar los síntomas del síndrome que puede extenderse hasta por 6 meses.