Al comenzar del año unos se platean adelgazar, hacer un curso de idiomas  o dejar de fumar pero ¿Cuántos se plantean mejorar su vida sexual? 

Lo que nunca hacemos es relacionar nuestra salud física con la sexual y de hecho van de la mano. Tener deseo, excitarse, llegar al orgasmo esmucho más complejo de lo que pensamos, el cuerpo humano establece prioridades la primera es la supervivencia, buscamos mantenernos vivos, estar a salvo y después el instinto de reproducción aparecerá. Cuando tenemos problemas de salud, nuestro cuerpo establece prioridades y de lo primero que prescinde es del sexo. En vez de culparnos o culpar a la pareja podemos interpretar ese pequeño “problemita” como, una señal de aviso de que algo en nuestro cuerpo “anda” mal.

Una mala alimentación o deficiencia de vitaminas por un estricto régimen, hace que nuestro propio cuerpo establezca prioridades y no quiera desperdiciar energía y guarde las pocas que tiene en mantener sus funciones vitales.

Otras veces un problema de salud como, diabetes nos puede causar falta de deseo o de sensibilidad incluso producir disfunción erectil en el hombre.  Algunos fármacos que nos han recetado para tratar, hipertensión u otros padecimientos pueden tener efectos secundarios en nuestra sexualidad. En vez de culparte o sentirte mal habla con tu medico y te proporcionará otro medicamento.

Tu salud mental también es importante y empezar el año con un fin de semana de retiro puede mejorar muy positivamente tu relación de pareja.  Aunque no padezcas de un trastorno mental, la presión familiar (incluso la sufrida durante el periodo navideño) y el estrés rutinario pueden impactar muy negativamente en nuestra relación de pareja y la sexualidad. Cada día del año escucha a tu cuerpo, conéctate con él para que él te conecte mejor con tu pareja.