-Oye mi amor, ¿traes condones?

-No, pero no importa.

-¿Cómo que no importa? Vamos por uno o mejor la próxima vez.

-No, tú tranquila, yo controlo. No hay problema.

 

Sí que lo hay. La marcha atrás o coito interrumpido (coitus interruptus), es un método que consiste en retirar el pene de la vagina cuando el hombre nota que está a punto de eyacular. Muchas personas creen, erróneamente, que al hacerlo fuera se evitan los embarazos no deseados.

Lo cierto es que antes de la eyaculación, ellos expulsan un líquido preseminal (producido en las glándulas de Cowper), cuya función es lubricar y neutralizar la acidez de la uretra para que pase el semen. Este fluido preeyaculatorio, puede contener espermatozoides que a pesar de tener baja movilidad, sí están capacitados por lo que pueden fecundar al óvulo. Aunque las posibilidades son bajas, son reales. Las estimaciones sugieren que entre el 15% y el 30% de las parejas que lo practican como método anticonceptivo, no obtienen los resultados deseados.

Podría pensarse que el control de la eyaculación es algo sencillo peronada más lejos de la verdad. La polución es un proceso involuntario que no se puede inhibir una vez que ha comenzado. Cuando se dan las primeras contracciones orgásmicas, él cuenta solo con unos cuantos segundos para lograrlo. Se necesita conocer muy bien el propio cuerpo y sus procesos (lo que es bastante raro en los adolescentes o adultos jóvenes).

El momento, que debería ser placentero, puede resultar frustrante y muy poco satisfactorio si la atención está puesta en retirarse en el momento de mayor excitación. Además, aunque quieran, no todos pueden hacerlo. Las investigaciones de Kinsey sugieren que muchos hombres experimentan una disminución del estado de conciencia cuando el orgasmo es ya inminente, lo que los imposibilita a lograrlo. Aquellos que padecen eyaculación precoz también quedan fuera de la jugada.

Por si fuera poco, es importante añadir que la marcha atrás no protege de las infecciones de transmisión sexual y por el contrario, es una práctica de alto riesgo que te expone a contraerlas.  La próxima vez que tu chico te prometa que «él controla», piénsatelo dos veces.