No hay duda de que podemos enfermar de amor y generalmente, la expresión, «se me ha roto el corazón» se aplica a una situación de decepción o ruptura amorosa. Pues efectivamente, podemos desarrollar una enfermedad cardíaca debido a un fuerte episodio de estrés emocional (como la pérdida de un ser querido) que se llama Síndrome del Corazón Roto o Cardiomiopatía de Takotsubo (utensilio japonés para capturar pulpos cuya forma es similar a la que adopta el corazón con esta anomalía).
Aunque no es muy frecuente, a veces, pacientes diagnosticados de ataque cardíaco resultaron tener el Síndrome del Corazón Roto. Los síntomas son parecidos a los de un infarto, como el dolor en el pecho y la dificultad para respirar, pero en la mayoría de los casos es temporal y no deja secuelas.
¿Qué ocurre?
Un episodio intenso de estrés provoca una elevada producción de adrenalina por parte del organismo. La adrenalina estimula al corazón ayudando a distribuir más oxígeno al organismo. Esta cardiomiopatía, provoca una disfunción transitoria del ventrículo izquierdo o lo que es lo mismo, hace que la parte baja del corazón no se contraiga como debe y se ensancha hasta parecer un globo. No afecta a las arterias coronarias (como un infarto) pero si al músculo cardíaco. Esta falla cardíaca es temporal, si no fuera así, sí podría dejar secuelas en la musculatura cardíaca.
Las investigaciones (Imperial College de Londres) apuntan que se trata de un mecanismo para proteger al corazón de niveles elevados de adrenalina, ayudando así a superar los episodios de estrés intenso, ya que el debilitamiento de la musculatura cardíaca hace disminuir la capacidad de bombeo del corazón.
¿Se puede morir de amor?
Sí, pero los casos en que se produce la muerte están muy determinados por el estado general de salud del paciente y no llega a un 2%.