El móvil, la tableta, el ordenador o la televisión. Nuestra vida está rodeada por dispositivos a las que prestamos atención gran parte del día y más ahora con el contexto sanitario mundial que nos obliga a estar más tiempo en nuestras casas. Los estudios sugieren que hasta el 60% del tiempo que estamos despiertos, seguro que ahora es incluso más. Vivimos fijando los ojos en una pantalla, con las consecuencias que eso supone.
El rango de parpadeo normal oscila entre 15 y 20 veces por minuto, lo que ayuda a mantener la humedad del ojo. Una investigación de la Universidad Complutense de Madrid ha analizado cómo cambian esos patrones cuando estamos frente a una pantalla:
- Disminuye en 30% el radio de parpadeo por minuto (si estamos muy concentrados, puede bajar hasta 9 parpadeos por minuto).
- Disminuye en 50% la amplitud del parpadeo (se vuelve incompleto, lo que también afecta la calidad de las lágrimas).
Estas alteraciones provocan diversos problemas como sequedad ocular, visión turbia, fatiga visual, enrojecimiento de los ojos, etc. Además, el efecto de la sobreexposición a las pantallas no es solo sobre el parpadeo. El exceso de enfoque también puede ocasionar que se agudicen problemas como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
Si tú pasas gran parte de tu día apantallado, toma en cuenta estos tips para que tus ojos no lo resientan tanto:
- Mantén una distancia de 30 centímetros respecto al dispositivo;
- No uses los dispositivos en ambientes secos o contaminados por el humo del tabaco;
- Sitúa la pantalla del móvil, lector electrónico o tableta por debajo de los ojos, de tal forma que la dirección de tu mirada sea hacia abajo;
- Haz pausas de por lo menos 15 minutos por cada hora que pases mirando a una pantalla.