Está comprobado científicamente que el dolor por el fin de una relación amorosa activa las mismas áreas cerebrales que el malestar físico. Sí, una ruptura amorosa nos duele literalmente y en ocasiones nos deja muy heridos.

El cierre de un romance suele experimentarse de manera similar al duelo por la muerte de un ser querido. Es un proceso complejo que se vale de ese gran aliado que es el tiempo para sanar las lesiones que nos provocó ese final. Hay personas que lo viven con tal intensidad, que incluso necesitan ayuda profesional para superarlo porque sienten que se les acabó el mundo.

Si terminaste con una relación hace poco, no es necesario que esperes a que todo se desmorone para jugar al ave Fénix. Estos tips pueden ayudarte a que tu mundo se mantenga firme:

Cacha tus pensamientos; es importante que estés consciente de tus pensamientos y conversaciones.  Si te das cuenta que estás hablando mucho sobre tu ex o evocas recuerdos todo el tiempo, frena la obsesión y concéntrate en otra cosa. Puedes imponerte «castigos», por ejemplo, cada vez que la mente te traicione, deposita una moneda en un cajón y déjala ahí. Cuando pase tiempo sin que guardes alguna, usa ese dinero para comprarte algo.

Los recuerdos lejos.

Es probable que en un principio te cause mucha ansiedad pensar en deshacerte de las cosas que los unen, está bien. Pero tampoco te tortures, quita la foto de la mesita de noche y cambia la imagen de fondo de tu teléfono, no leas sus mensajes ni escuches el disco que te regaló. Ello te ayudará a que esté menos presente en tu mente.

Móvil y alcohol no mezclan bien.

Recuerda que el alcohol deshinibe y no te ayuda a pensar claramente. Si acudes a una fiesta o reunión y tomas algunas copas, la tentación de enviarle un mensaje o llamarle crecerá y lo sabes. La mayoría de las veces, ceder ante ese impulso no trae consecuencias favorables y al día siguiente, ya que hayan desaparecido los efectos, el remordimiento será peor.

¿Qué hizo la curiosidad con el gato?

Con el auge de las redes sociales, saber lo que hace otro es facilísimo y está al alcance de un click, pero ¿te servirá saber qué está haciendo? Lo esté pasando bien o mal, ninguna opción trae algo favorable para ti. Si te enteras que sufre, alimentará tu obsesión y deseo de volver; si por el contrario, está disfrutando de la vida, sentirás enojo, coraje y frustración. Como verás es una situación pierde-pierde. Hay veces en que es mejor quedarse con la duda. Deja de seguirle en todas las redes sociales y en las que son públicas como Twitter, evita buscar su usuario. Si sabes que te será muy difícil, aléjate por completo de la red por lo menos durante algunos días.

Llama a tus amigos.

Si durante el tiempo que duró tu relación te alejaste de algunas amistades por dedicar tiempo a la pareja, es un buen momento para ponerse al día. Cuéntales que lo estás pasando mal y necesitas que te ayuden a superar el momento. Un buen amigo estará ahí para ti con planes, ideas y palabras que te sirvan.

¡Cambia tu look!

¿Le gustaba mucho tu pelo y por ello no te lo cortaste en meses? ¿Decía que tu barba la volvía loca? Aprovecha y cambia tu apariencia. Un buen corte, unos lentes nuevos o un tinte diferente te harán sentir bien. Además, en lo que te acostumbras a tu nueva imagen, distraerás a tu mente cada vez que te mires en el espejo.

Aliméntate bien.

Sí, como dicen en la tele, lo que comes es mucho más importante de lo que piensas. Es probable que no sientas hambre o por el contrario, quieras comer todo el día. Cambiar tus hábitos alimenticios afectará tu ánimo así que intenta llevar una dieta balanceada. Consume alimentos que ayuden al buen funcionamiento de tu cerebro (arándanos, tomates, nueces, etc.). Si no tienes ganas de cocinar, evita pedir pizza, mejor sal a un restaurante, así te distraerás más.

No busques un sustituto

Si las heridas no han sanado y comienzas una nueva relación, es probable que no funcione. Tal vez te dé por comparar o lo hagas por motivos egoístas: evitar la soledad, tratar de elevar tu autoestima, vengarte, etc. Ninguna de esas razones son positivas y la nueva persona no lo merece. Espera a estar bien para poder ofrecer lo mejor de ti.