Sí, la mayoría de las personas ansiosas tienden a ser más agresivas porque están contínuamente activadas para responder en cualquier momento. Pueden atacar tanto verbal como físicamente, y los grados de agresividad pueden variar desde tirar un objeto hasta dañar a alguien.
En las grandes urbes, el grado de ansiedad es muy alto. No hace falta más que observar cuando la gente va en coche. Utilizan el claxon no para avisar de un peligro, sino para agredir cuando alguien tarda más de lo normal. Lanzan miradas desafiantes, gritan, incluso amenazan físicamente, acercándose más de la cuenta al otro coche y buscando pelea.
Normalmente, el detonante es tan insignificante que si no estás ansioso, o no lo percibes o lo ignoras; pero si ya estás con todo tu cargamento de balas emocionales listo para disparar, cualquier situación es buena. Una de las razones por las que el uso de armas de fuego no tendría que estar permitido es justo ésta. Una persona en un estado ansioso, puede recurrir a un arma en una situación estresante.
Gente con personalidad ansiosa puede padecer el trastorno explosivo intermitente, que se caracteriza por ataques explosivos de ira y agresividad que no se pueden controlar y que son desproporcionados respecto al evento que los ha causado.