Salvo aquellas personas con un trastorno de estrés postraumático que han sufrido un evento desgraciado fortuito, existe un tipo de personalidad que tiene mayor tendencia a padecer ansiedad. Esto radica, sobre todo, en su forma de pensar. Ya hablamos de ello anteriormente, así que ahora vamos a ver en profundidad los rasgos principales de personalidad de alguien ansioso. Si te identificas con más de dos, tienes tendencia a padecer ansiedad…
Tienden a ver todo como una amenaza.
Cualquier cosa o situación se puede volver peligrosa para ellos. Si están en la calle piensan que pueden ser atropellados, pero si están en casa creen que puede haber un temblor y morir bajo los escombros.
Necesitan tener siempre el control.
Para que algo salga bien, necesitan tener control absoluto sobre las cosas, de lo contrario están convencidos de que puede salir mal. Les cuesta confiar o delegar el control de cualquier actividad y acaban haciéndolo todo ellos.
Tienen problemas de concentración.
Como continuamente piensan en todo lo que puede salir mal y, por tanto, viven en continuo estado de alerta, esto les impide centrarse en la actividad que realizan en ese momento. Vivir en estado de ansiedad también causa problemas de aprendizaje e impacta en la memoria a corto plazo.
Son hipersensibles a cualquier estado de alarma.
Se sobresaltan con cualquier ruido o movimiento brusco y un susto, aunque sea una broma, puede producirles espanto hasta el punto de tener palpitaciones y posteriormente enfadarse.
Son perfeccionistas y normalmente más autocríticos que el resto.
Tienden a juzgarse mucho y ser demasiado exigentes con ellos mismos.
Tienen mayor nivel de creatividad.
Aunque no es una regla de oro, lo cierto es que las personas con ansiedad poseen un nivel de creatividad más elevado y tienden a utilizarlo para crear escenarios tremendistas sobre eventos futuros que pueden pasar. Los imaginan con tal detalle y exageran tanto los aspectos negativos, que se sugestionan y les crea un mayor nivel de ansiedad, incluso antes de vivir esa situación específica.
Pensamientos repetitivos negativos sobre sí mismos.
Normalmente son personas con una autoestima baja y tienden a repetir pensamientos negativos sobre ellos mismos y las situaciones a las que se van a enfrentar como “Seguro que no le gusto” o “No soy tan atractivo como el resto”. En muchos casos se consuma la profecía autocumplida, ya que llegan con tal estado de ansiedad y tan negativos ante cierta situación, que obviamente fracasan.
Tienden a centrarse en pensar siempre “el peor de los casos”.
En vez de prepararse para el éxito, están esperando que algo salga mal. Suelen percibir las situaciones como amenazas y no como un reto, por lo que no disfrutan de la mayoría de las actividades que llevan a cabo.
Tienden a ser absolutos.
Buscan que algo sea completamente cierto y completamente seguro, de lo contrario lo ven como una amenaza. Si les dices que hay un 95% de probabilidades de que algo salga bien, piensan únicamente en ese 5% restante. A no ser que una situación esté controlada al 100%, lo que no pasa casi nunca, sus niveles de ansiedad van a ser muy altos.
Como ya habíamos hablado, el principal problema que tiene una persona ansiosa son sus pensamientos, en los que magnifican las situaciones amenazantes que tiene la vida o se imaginan una cascada de consecuencias negativas y tremendas. Convencerlos de lo contrario es difícil, sobre todo en sociedades como la nuestra en la que todos los días vemos desgracias en televisión. Los medios arrojan constantemente escenarios de tragedias que la persona ansiosa utiliza para justificar y reforzar todos esos pensamientos amenazantes.