Un diagnóstico de depresión debe de ser hecho por un psicólogo o un psiquiatra, pero hay ciertas señales que te van a hacer sospechar que lo padeces. Si tienes más de tres de estos síntomas y llevas con ellos más de dos semanas consecutivas, deberías de ir al especialista.
Cuando llegas al psiquiatra o al psicólogo te va a hacer una serie de preguntas. Indagará en tus antecedentes familiares, la relación con tus parientes, acontecimientos recientes o pasados (duelos, problemas laborales, etc.), drogadicción u otros hábitos. También querrá saber la duración de los síntomas y valoración de su intensidad. Con toda esa información integrará tu historia clínica. Además te pedirá pruebas para descartar que padeces de otras enfermedades que pudieran causarte depresión. Incluso te puede realizar algunos test o escalas, que aunque muchos pacientes los encuentran muy impersonales, son de gran ayuda para delimitar los síntomas.
Padecer depresión es tener una sensación de aletargamiento general, de pesadumbre, todo es demasiado agotador. A esto se le llama retraso psicomotor.
A la falta de energía que padece alguien con depresión se le llama abulia, aquellas actividades cotidianas que normalmente se hacen sin pensar se vuelven agotadoras, es como si tu cuerpo estuviera llevando kilos y kilos de piedras que te hacen imposible que no te duela el cuerpo. Una persona con depresión mayor no tiene la fuerza para hacer nada, incluso le cuesta ir al baño, cualquier actividad puede implicar un esfuerzo extenuante.
“Todo me costaba mucho, era agotador, levantarme de la cama para ir al baño se había vuelto una pesadilla, me aguantaba hasta que no podía más, es como si llevara 100 kilos en mis espaldas.”
(Paciente con depresión)
No es del todo cierto que cuando sufres de depresión no puedes dormir, a algunos les pasa justo lo contrario duermen más de diez horas. Los hay que se levantan muy temprano y les cuesta conciliar el sueño, tanto por exceso como por defecto la persona cambia sus patrones de sueño. Algo parecido pasa con el apetito, mientras que algunos dejan totalmente de comer, otros llegan a comer el doble que cuando estaban sanos.
Otro síntoma muy característico de la depresión es la anhedonia, que es la incapacidad de sentir placer, incluso por las cosas que antes disfrutaba esa persona. Lo que antes ansiaba hacer, ahora le parece una actividad tediosa y evitará enfrentarse a ella.
Mucha gente que padece depresión genera reacciones físicas en su cuerpo, son las llamadas somatizaciones. Entre las más frecuentes están los trastornos gastrointestinales (colitis, gastritis, estreñimiento, úlceras), los dolores (cefaleas, dolores musculares, dolor abdominal, dolor en el pecho), las taquicardias, prurito o alteraciones dermatológicas, caída de cabello y disfunciones sexuales.
Cuando una persona está deprimida se encierra en sí misma y sus sensaciones corporales son magnificadas. La sensación de dolor es una experiencia muy subjetiva, si te sientes bien emocionalmente sientes menos dolor, pero cualquier sensación mínimamente molesta es aumentada por quien sufre depresión, llegando a transformar un dolor leve en incapacitante.