-Lo siento, Javier. No puedo empezar una relación contigo. 

-¿Por qué, María? ¿Qué te hace dudar? 

-No lo sé, pero algo me dice que no me serás fiel. 

Seguro que Ana la contactó y le dijo todo. ¿O habrá sido Luisa? Tal vez fue Rocío. Lo que no dudas es que alguna de tus exnovias le contó que te gustan las aventuras. ¿Cómo pudo saberlo si no fue así? No has hecho algo para despertar la dura. ¿Será bruja? ¿Cómo lo sabe? El responsable quizá está más cerca de lo que crees. Tal vez basta con que mires en un espejo. Tu rostro, ese que tanto te alaban por masculino, puede ser el delator.

Investigadores de la Universidad del Oeste de Australia, hace ya unos años, llevaron a cabo un estudio para determinar si podemos identificar a una persona infiel con solo mirar su rostro. Para ello reclutaron a 68 voluntarios (34 hombres y 34 mujeres), a los que mostraron diversas fotografías de 200 rostros adultos. Les pidieron que al verlas, determinaran el grado de femineidad o masculinidad de la persona y si creían que esos sujetos engañaban a sus parejas. La mitad de las imágenes correspondían a personas que se identificaron como infieles.

Al finalizar el experimento, encontraron que las mujeres reconocieron a los hombres infieles en un 62%. Muchas de ellas no necesitaron más de 3 segundos para atinar. Por su parte, los chicos fueron menos precisos. Solo el 23% de los varones logró identificar a las mujeres infieles.

Esta diferencia, sugieren los investigadores, puede deberse a que entre los animales, incluyendo el humano, los machos tienden a discriminar menos en ese aspecto ya que no tienen tanto que perder si su pareja es infiel. En el ámbito reproductivo, ellos no llevan el mismo peso (literal y figurado), de la gestación y cría de los hijos, que las hembras.

Y tú, ¿crees que puedes saber si un hombre es infiel con solo mirarlo?