Está claro por qué somos supersticiosos…¡porque trae mala suerte no serlo!. Fuera bromas, hay quien más y quien menos, pero lo somos. Talismanes, polvos, martes y 13, cuarzos, mal de ojo, cuidado con los gatos negros, escaleras o espejos rotos, y por favor, ¡no tires la sal!.

 ¿Qué es ser supersticioso?

Creer que si haces algo de determinada manera, vas a conseguir o evitar el resultado deseado o temido. Sí, llevar tu camiseta talismán para ligar hará que  ella caiga rendida a tus pies y con la pata de conejo en el bolsillo, te preguntarán lo que te sabes en el examen.

El método científico es el antídoto de las supersticiones, pero en lugar de probarlas, las consolidamos a base de repetirlas. Cada cultura tiene las suyas y pasan de generación en generación. Se transmite su aprendizaje. Si en algún momento se da la coincidencia de cumplirse la relación causa efecto, se ve reforzada y perpetuada.

¿Por qué somos supersticiosos?

La superstición es ancestral en nuestra especie y su existencia se relaciona con el instinto de supervivencia. Son un mecanismo de adaptación: Es más probable que se consiga algo haciendo algo, que no haciendo nada (aunque la relación causa efecto no exista más que en nuestra imaginación). Y esto, permite el aprendizaje por ensayo y error.

Hace millones de años puede que nos fuera útil para sobrevivir pero actualmente esa utilidad ha prescrito. Es importante considerar que hay supersticiones inocuas pero otras resultan dañinas para quien las defiende o practica. Si quieres que llueva y bailas con la esperanza de que así sea…¡al menos haces ejercicio y el cambio climático no te estresa!, pero si en tu horóscopo pone que no es buen día para buscar trabajo o iniciar una relación de pareja y eso hace que anules tu entrevista de trabajo y la cita tan esperada….¡tienes un problema!

El inconveniente es  llevar las supersticiones al extremo ya que esto puede ocasionar consecuencias negativas o incluso graves. Se deja de tener el control y se pierden los beneficios que los diferentes estudios les otorgan.

 ¿Beneficios psicológicos?

Disminuyen la incertidumbre y proporcionan una mayor percepción de autoeficacia, lo que aumenta la confianza en uno mismo y esto a su vez, aumenta el rendimiento:

  •       Sensación de control
  •      Reducir la tensión
  •      Mayor rendimiento

Y tú, ¿tocas madera?