0708El estornudo es uno de los mecanismos de defensa del cuerpo mejor diseñados. Cuando algo irrita el interior de la nariz, el cerebro recibe el mensaje de alerta y responde con una orden a un grupo de músculos que se coordinan para producirlo. La intención es expulsar ese agente irritante y para ello un estornudo alcanza velocidades de hasta 150 kilómetros por hora.
Si bien el estornudo es un fenómeno involuntario, una vez que el mecanismo está activado sí podemos ejercer cierto control sobre la forma en que estornudamos. Es por ello que algunas personas lo hacen de manera más callada y discreta y otras más sonora y estridente. Además, factores como la forma de la nariz o la estructura ósea del rostro, también cambian el sonido que los acompaña. Estas diferencias han llevado a algunos médicos a estudiar la variedad de estornudos y establecer relaciones con la personalidad.
Alan Hirsch, neurólogo y fundador de la Smell & Taste Treatment and Research Foundation de Chicago, asegura que las persona sextrovertidas y seguras de sí mismas acostumbran estornudar de forma explosiva y sonora, mientras que los tímidos e introvertidos buscan que sus estornudos sean prácticamente imperceptibles para los demás. Patti Wood, experta en lenguaje corporal y comunicación no verbal, va más allá y establece 4 categorías de «estornudadores«:
El llamativo
Sus estornudos son sonoros, divertidos y sostenidos. Su personalidad es amigable, les gusta ser líderes pero no son tan buenos con los detalles y muchas veces, los demás arreglan sus problemas.
El discreto
Se voltean y alejan cuando van a estornudar, esperando que nadie note el hecho. Son decentes, amigables y conciliadores. No les gusta molestar a otros ni romper las reglas de etiqueta. Temen que los demás les juzguen. Son leales, calmados y buenos escuchas.
El rápido
Tratan de bloquear el estornudo pero si no lo logran, lo hacen de forma sonora, precisa y veloz. Quieren que termine el momento para continuar con sus actividades. Son eficientes y toman decisiones fácilmente. Tienen capacidad de liderazgo y son desconfiados.
El perfeccionista
Cubren su boca cuando estornudan y desean que los demás hagan lo mismo. Si no es así, se los hacen saber. Son reservados, correctos, siguen las reglas y son metódicos. Les molestan las injusticias y prefieren la soledad.