Perder la concentración en el trabajo es algo que puede suceder muy fácilmente. Si se trabaja desde casa, atender las labores propias del hogar y trabajar a la vez puede ser complicado. En una oficina lasa cosas no son mucho más fáciles: el ruido, las «novedades» de los compañeros de trabajo o los correos electrónicos que llegan sin cesar, también pueden convertirse en una pesadilla que nos haga perder el tiempo.

Mantener la concentración es complicado (cerca del 50% de los estadounidenses asegura trabajar solo 15 minutos antes de distraerse) y si no se logra, puede provocar que desperdiciemos horas de trabajo o peor aún, que tengamos que extender la jornada para sacar adelante nuestras labores.

Alcanzar la concentración tampoco es fácil. Diferentes estudios concluyen que la explosión tecnológica y el multitasking (hacer muchas cosas a la vez), han mermado nuestra capacidad de centrar la atención en una sola cosa. Además, los problemas que enfrentamos todos los días y que poco o nada tienen que ver con nuestro trabajo, también afectan. La corteza prefrontal es la parte del cerebro encargada de regular la atención pero también es donde se manejan las emociones. Enojo, frustración, miedo o cualquier sentimiento fuerte, pueden interferir con la concentración.

Si quieres mejorar tu concentración en el trabajo, te dejo estos tips:

Desayuno balanceado.

Las investigaciones han demostrado que desayunar o no hacerlo puede marcar una diferencia abismal en el rendimiento durante el día. Está comprobado además que un desayuno rico en proteína te ayuda a mejorar la atención y la concentración. Empezar la jornada con un alimento completo también hará que te sientas satisfecho por más tiempo y no estés pensando en comer o asaltando las máquinas de la oficina.

Limpia tu espacio de trabajo.

La foto de tu pareja o tu mascota, post-it con los pendientes pegados por todos lados, el bote de chocolates que te regalaron por navidad y el catálogo de productos que está vendiendo una compañera de trabajo. Tener sobre el escritorio más de lo necesario solo te invita a distraerte. Además así evitarás la acumulación de los molestos gérmenes.

Desenchúfate.

El 60% de la distracción proviene de correos electrónicos, redes sociales o llamadas por celular. Revisar tu mail, navegar «un rato» en las diferentes redes sociales, surfear la web para ver qué abrigos vendrán en el invierno. Sí, la internet es maravillosa y puede ayudarte a realizar tu trabajo de manera más sencilla y eficaz pero también es un mundo de posibilidades que puede llevarte por los caminos de la distracción. Si no puedes controlar tu solx el impulso de visitar Facebook, existen aplicaciones y programas que te ayudan a bloquear determinadas páginas por un tiempo específico.

Auriculares.

Los cascos pueden ayudarte a evitar ruidos que se lleven tu atención. Busca música clásica o instrumental que te facilite la tarea de concentrarte. Si no puedes trabajar con música, no importa, déjalos sobre tus orejas, eso ayudará a que los demás te hablen menos.

Cafeína.

Entre las muchas bondades del café, se ha demostrado que ayuda a mejorar el nivel de alerta y favorece la capacidad de concentración. Procura no excederte para evitar el nerviosismo que puede acompañar el exceso de cafeína.