Nuestros miedos, inseguridades o pensamientos irracionales pueden ser nuestro peor enemigo cuando toman el poder y dirigen nuestras acciones. ¿Recuerdas ese momento en el que ya paladeabas el triunfo y de repente «se te cruzo un cable» y todo se fue al traste? , ¡Ajá!, no era un cable, ahí estaba tu saboteador personal saliéndose con la suya y tú hoy, todavía te lamentas.
Siempre vamos a tener oportunidades para tropezar y fracasar, está claro, pero también es posible aleccionarnos a nosotros mismos para intentar no caer o al menos disminuir las posibilidades de tropezar. Y lo principal es tener claro que la elección final es nuestra y no algo ajeno a nuestros deseos o manera de actuar.
Hay muchas formas de comportarse que son incompatibles con el autosabotaje. Toma nota y hazlas tuyas para triunfar:
- Pensamiento positivo pero realista; No ir más allá de tus posibilidades (ni físicas, ni intelectuales ni económicas)
- No delegar responsabilidades en los demás; somos capaces de hacer las cosas sin ayuda.
- Atender las propias necesidades; no son menos importantes que las de los demás.
- Autodisciplina; regulamos nuestro comportamiento sin necesidad de vigilancia o supervisión externa.
- Respetar lo límites; no abusar de las relaciones con los demás.
- No caer en el victimismo; nuestras elecciones son responsabilidad nuestra y no de los demás.
- Respetar las reglas.
- Aprovechar nuestras virtudes o talentos; y ponerlos a trabajar a nuestro favor.
- No atribuir el éxito a factores externos; como la suerte, las oportunidades, las circunstancias o cualquier cosa diferente al esfuerzo propio.