Cuando estamos tristes, un abrazo suele funcionar como un buen analgésico. El oso de peluche o la almohada que te han acompañado en esas noches de llanto por el desamor, te ayudan
Cuando estamos tristes, un abrazo suele funcionar como un buen analgésico. El oso de peluche o la almohada que te han acompañado en esas noches de llanto por el desamor, te ayudan
Hay personas para las que en el sexo, todo se limita al orgasmo. Pasan el tiempo esforzándose en conseguirlo. Si no lo alcanzan, se frustran. Si lo logran, creen que ha