No lo planeaste pero sucedió. Un viaje, resfriado, cambio de casa o nuevo trabajo, te obligó a suspender tu rutina de ejercicios por unos días que acabaron convirtiéndose en semanas
No lo planeaste pero sucedió. Un viaje, resfriado, cambio de casa o nuevo trabajo, te obligó a suspender tu rutina de ejercicios por unos días que acabaron convirtiéndose en semanas
Pasas la noche en vela pensando en tu chico, en lo mucho que lo aborreces en ese momento. Te espera un día difícil en la oficina y por más